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Burocracia y falta de educación, obstáculos para emprender

Las condiciones del ecosistema emprendedor no favorecen la creación de nuevos negocios, revela el Global Entrepreneurship Monitor 2023/24

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La actitud emprendedora de los mexicanos destaca por su innovación y entusiasmo; sin embargo, las condiciones del ecosistema no favorecen la creación de nuevos negocios, según el estudio Global Entrepreneurship Monitor (GEM). 2023/2024, que indica que la política pública y la educación básica son los principales obstáculos del emprendimiento en el país.

Este estudio que se realiza a nivel mundial compara los ecosistemas de diferentes países, para determinar cuáles son las condiciones en las que se enfrentan los emprendedores y se evalúan 13 factores en escala del uno al diez, y dependiendo de la percepción de los encuestados se determina una calificación en cada uno de los rubros.

El estudio realiza un análisis multifactorial de los ecosistemas emprendedores, al final son muchas circunstancias las que se toman en cuenta al momento de abrir un negocio y lamentablemente en México tenemos un promedio muy bajo en muchos de estos rubros, los cuales se tienen que trabajar, pero sin duda alguna los dos que más preocupan son los de política pública y educación básica”, expresó José Ernesto Amorós, decano asociado de Facultad de EGADE Business School y líder del estudio en México.

Política pública

Para los emprendedores no es nuevo saber que se tienen que enfrentar a la burocracia de los trámites que permiten a una empresa constituirse y cumplir con todas sus obligaciones patronales y fiscales, en este sentido, el estudio evaluó la política gubernamental para el emprendimiento en apenas 2.5 de 10 puntos posibles.

En muchas ocasiones esta situación impide que los proyectos de los emprendedores se consoliden, o bien, queden en la informalidad.

En los últimos años hemos destacado que desde la función pública hay muchas barreras y obstáculos, desde la escasez de programas que incentiven el emprendimiento, hasta la parte burocrática que no facilitan la creación de nuevos negocios. Son aspectos que con el tiempo no mejoran y nos dejan en una posición muy abajo, casi con el resto de toda América Latina”, apuntó Amorós.

Así mismo, el especialista dejó claro que la política actual del gobierno se ha enfocado únicamente en el desarrollo social y no en el desarrollo económico, lo que ha dejado fuera de la conversación el discurso de la creación de libre empresa, algo que dejado desamparado al ecosistema emprendedor.

“No digo que el desarrollo social sea malo, está bien, pero tiene que haber un equilibrio con el desarrollo económico, porque sólo con la creación de nuevas empresas se pueden atacar temas como el desempleo y la desigualdad”, afirmó Amorós.

Educación

En el estudio se evalúan dos rubros de educación, uno de ellos se refiere a qué tanto se preparan las personas que quieren tener una empresa una vez que terminaron la escuela, y la calificación fue de cinco, aunque no es aprobatoria, expone que los emprendedores están interesados en tener un mejor perfil de cara a las necesidades de sus negocios.

Sin embargo, cuando se evalúa a la educación emprendedora a nivel básico, la calificación se desploma considerablemente llegando a 2.1 de 10 puntos posibles, es la más baja, sólo por encima de Irán. Esto quiere decir que las niñas y niños del país están muy lejos de recibir los preceptos básicos de educación financiera y económica, así como de la importancia de poder crear su propio negocio.

“Es un caso muy parecido a política pública, no logramos remontar en temas de una educación básica que tenga un discurso, una narrativa y una enseñanza objetiva de lo que es hacer empresa y de la importancia de la economía, si se evalúa la actual postura y las tendencias ideológicas que se han implementado en las escuelas públicas, prácticamente se han eliminado estos conceptos de finanzas y libre mercado, entre otros temas”, afirmó Amorós.

El especialista indicó que esta situación repercute mucho en la viabilidad de los negocios que se van creando, ya que del 16% de la población que quiere tener un negocio, sólo el 3% tiene las capacidades y las aptitudes necesarias para mantenerlo y hacer que trascienda con el tiempo.

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