Generar una impresión fuerte es imprescindible para que tus compañeros no intenten menospreciarte. Si sabes cómo lograr que los demás te respeten, te mostrarás más profesional, seguro y competente; te apreciarán como un miembro del equipo al que hay que respetar, valorar y tener en cuenta.
Para evitar que te «pisen» en el trabajo, preséntate como una persona confiada; apela a tu lenguaje no verbal para conseguirlo: párate y camina de manera erguida, haz contacto visual, usa un tono de voz firme, claro y seguro. Aporta ideas novedosas, creativas y que respondan al problema que se intenta resolver.
Una de las mejores formas para evitar que te «pisen» en el trabajo es poner límites desde un principio. Cuando dejas claro desde el primer momento qué no tolerarás, las personas saben hasta dónde llegar contigo y cómo tratarte. Los límites te ayudarán a no ser víctima continua de comportamientos inapropiados y faltas de respeto.
Reflexiona sobre tus valores y haz una lista de las conductas o tratos que no vas a soportar. Luego, cuando se presente la ocasión, comunica tu límite con asertividad en el trabajo, firmeza y respeto, y deja claro las consecuencias futuras que implementarás en caso de que se vuelva a repetir la transgresión.
Tener relaciones sanas con buenos compañeros reduce las posibilidades de que te «pisoteen», ya que ellos actúan como un «escudo protector» que te respalda. Nadie se meterá contigo si la mayoría te respalda y eres de su agrado. Además, en caso de ser víctima de menosprecio, el grupo de pares será un buen apoyo emocional para ti.
Asimismo, participa en las actividades de integración laboral y muestra interés en tus compañeros sin entrometerte demasiado. Sé amable y servicial, pero sin sobrepasar tus límites ni dejar que se aprovechen de tu bondad. Ofrece tu ayuda cuando veas en apuros a tus colegas. Escucha de manera activa, sé empático/a, prudente y respetuoso/a.
Fomenta una imagen profesional y competente. Haz aportes de alto impacto, así tus compañeros te respetarán y te percibirán como un miembro valioso del equipo. Ganarte el respeto en el trabajo mediante tus contribuciones y triunfos es clave para que no te «pisoteen». Muestra lo que vales, pero sin devaluar a los demás.
Para demostrar tu valía, no tienes que anunciarlo ni repetirlo en cada reunión. La idea es que puedas probarte con hechos, no con palabras. Que tus resultados hablen por sí solos. Procura no ir difundiendo tus éxitos por toda la oficina, ya que esto podría generar malestar en tus compañeros, quienes te verán como una persona presumida, lo cual no te ayudará a tener buenas relaciones con ellos.
Potenciar tus habilidades y conocimientos te permitirá crecer y mejorar tu posición en el equipo o en la empresa. La preparación te dará mayor credibilidad ante tus compañeros, sobre todo, si has demostrado que eres un miembro importante.
Identifica esos puntos en los que necesitas mejorar. Luego, busca un curso, taller o seminario que te permita abordar esas áreas que requieren más atención. Saca tiempo para formarte e intenta aplicar lo que vas aprendiendo a los proyectos en los que estés trabajando.
Tener una buena autoestima laboral te ayudará a manejar mejor las críticas, los conflictos y los desacuerdos en el trabajo. Mediante ella, podrás afrontar los desafíos y los obstáculos que te encuentres en tu camino profesional. Así, quienes intenten menospreciarte se toparán contra un muro que les impedirá hacerte caer.
Para incrementar tu autoestima y evitar que te «pisen» en el trabajo, reconoce tus virtudes y cualidades. Reflexiona sobre tus éxitos y habilidades. Realiza ejercicio físico y actividades que te hagan sentir bien.
¿Qué hacer cuando ya te tratan mal en el trabajo?
En ocasiones, aunque hagamos nuestro mejor esfuerzo para prevenir cualquier menosprecio, esto escapa de nuestras manos. Si eres víctima de humillación, aplica estas técnicas para que te respeten en el trabajo y lidies de mejor manera con esta situación. Inclusive, combínalas con los consejos anteriores.
Confronta la humillación de tus compañeros de trabajo. Hacerlo de manera asertiva, es decir, comunicando con respeto y firmeza, te permitirá demostrar que eres consciente de lo que pasa y que puedes tomar medidas serias para resolverlo.
Además, elige el momento adecuado para expresar lo que has sentido y proponer una alternativa a la conducta ofensiva. Por ejemplo, si en un encuentro laboral nadie hizo caso de tus propuestas, podrías decir: «Me sentí menospreciado/a en la reunión anterior porque mis opiniones fueron ignoradas. Me gustaría que se me tomara en cuenta en las próximas juntas».
Hablar con tu grupo de compañeros más cercanos quizás ayuda a desahogarte, tomar perspectiva y saber si eres la única persona pisoteada. Si otros colegas han sido víctimas de un mismo agresor, podrías conversar con ellas para organizar un encuentro grupal con tus superiores y reportar el suceso.
Acércate a tus aliados, pídeles orientación y escucha sus opiniones al respecto. El propósito de conversar con ellos es que te ayuden a salir adelante. Planea una reunión con tus colegas de confianza, ya sea en la hora de almuerzo o después de acabar la jornada.
Llevar un registro sistemático de las veces que te han humillado será de mucha utilidad. Esta documentación sirve de evidencia y permite conocer la frecuencia con la que eres víctima del menosprecio.
Escribe las fechas, el lugar en el que te atacaron y una detallada descripción del suceso. Apunta también quiénes estuvieron implicados y a quién recurriste en busca de ayuda. De igual forma, anota los testigos que presenciaron el acto.
Si te pisotean con bastante frecuencia y la situación escala en intensidad, es necesario que hables con los profesionales de Recursos Humanos. Involucrarlos es imprescindible en estos casos, ya que ellos sabrán ofrecerte soluciones y podrán hacerse cargo del problema, sobre todo, si no eres la única víctima.
Solicita una reunión con los responsables del departamento. Presenta tu caso de manera objetiva. Aquí es donde te será de mayor utilidad el documento donde registraste cada incidente. Pide consejos para lidiar con tu situación y para saber cómo proceder de acuerdo con las políticas de la empresa.
Otra opción que tienes ante la humillación de haber sido «pisoteado» es acudir a un psicólogo. Los profesionales de la salud mental están capacitados para ayudarte a procesar las emociones. Además, pueden fortalecer tus habilidades para resolver problemas, establecer límites y lidiar mejor con la situación que vives.
Enfrentar y prevenir la experiencia de que te subestimen en el trabajo requiere de mucha asertividad, proactividad y saber establecer límites. De igual modo, implica buscar ayuda con otras personas: amigos, psicoterapeutas y Recursos Humanos.
Sentirse tranquilo y valorado en el ambiente laboral es necesario para que los empleados estén cómodos y que su bienestar y salud mental no se deterioren. Un clima respetuoso beneficia a los trabajadores y a la empresa en su conjunto. Por eso, es tan importante intervenir situaciones de acoso y menosprecio, ya que estas pueden tener un impacto negativo en tu salud física y mental.
El trabajo en equipo, resiliencia y humildad, fueron fundamentales para que 16 jóvenes sobrevivieran en los Andes, claves que las organizaciones pueden implementar
Artículo Las empresas en las que se tiene este tipo de liderazgo el índice de confianza es 4.4% mayor Los liderazgos complementarios son aquellos en
Bremer se destacó por su constante apoyo a los jóvenes que proponían nuevas ideas de negocio, eso lo llevó a ser panelista en Shark Tank México y colocarse como una referencia en mundo del emprendimiento.
Los pequeños cambios pueden generar un gran impacto y una experiencia inolvidable.
