
Un buen líder también puede ser introvertido, sólo necesita impulso
En la cultura organizacional se cree que el líder debe ser extrovertido y elocuente pero la realidad es que también hay potencial en los líderes introvertidos.
Convertirse en líder y dirigir un equipo es cosa seria, ya que implica asumir responsabilidades, no solo para que el proyecto llegue a término en tiempo y forma, sino también porque requiere de colaboración entre todos los integrantes y eso comienza desde la buena dirección de quien está al mando.
Si bien, hay quienes tienen habilidades de liderazgo de forma natural, hay personas que necesitan desarrollarlas más, en ese sentido, la experta en liderazgo y desarrollo personal e instructora de la empresa Udemy, Cecilia Mansilla, compartió recomendaciones que sirven de guía para convertirse en el mejor líder en solo 3 meses.
Para realizar todo esto, es necesario que el líder reconozca y comprensa su nuevo rol y obligaciones, asumir el puesto y ser claro en sus expectativas para el mismo, establecer una visión y propósito claros y diseñar una presentación personal y profesional que se puedan compartir con el equipo.
Posteriormente llegará la etapa de construcción, que implica comenzar a liderar y gestionar al equipo, analizar roles y responsabilidades de cada integrante, identificar fortalezas y áreas de mejora, y establecer metas para cada persona.
Finalmente llega la adaptación, donde el líder se enfoca en la adaptación continua, se realizan evaluaciones de desempeño y se ofrece retroalimentación individualizada a quienes integran el equipo, se establecen planes de desarrollo personalizados, un ambiente de trabajo saludable y se marcan alianzas estratégicas con otros líderes.
En la cultura organizacional se cree que el líder debe ser extrovertido y elocuente pero la realidad es que también hay potencial en los líderes introvertidos.
Fundar una empresa requiere puntos muy específicos que un emprendedor debe reunir para impulsar su proyecto
Los directores ejecutivos no preocupan solo se preocupan por el crecimiento de la organización, también por el impulso del talento, el cambio climático y los programas geopolíticas que pueden afectar a la compañía.
Seamos claros: la supervivencia de las empresas depende del liderazgo y resiliencia de sus CEO.