3 empresarios que convirtieron el fracaso en éxito: ¿Cuál fue la clave?
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El concepto de la inteligencia emocional se ha vuelto más relevante en el liderazgo que se emplea en los equipos de trabajo y el impacto positivo que puede llegar a tener para generar un ambiente de bienestar y productividad, para ello, el psicólogo estadounidense Daniel Goleman, dividió la definición de la inteligencia emocional en cuatro conceptos principales.
La inteligencia emocional es la manera en cómo te manejas a ti mismo en tus relaciones y para tener éxito se requiere de cuatro elementos, el primero es la autoconciencia, que implica entender lo que sientes y el por qué, eso permitirá saber cómo es que afectan las emociones en las decisiones que tomas como líder”, indicó Goleman.
El segundo elemento que menciona el especialista es el autocontrol, que permite manejar el estrés a través de gestionarse a sí mismo, además de motivarse para alcanzar las metas y superar todos los obstáculos que se vayan presentando dentro de la gestión.
El tercer componente de la inteligencia emocional es la empatía, la cual permite gestionar las relaciones sociales a través de entender y saber lo que piensan los colaboradores, además de intuir e interesarse en lo que sienten.
“La empatía es una parte fundamental de la inteligencia emocional y se divide en tres fases, la primera es la cognitiva, que significa ponerse en el lugar de la otra persona para ver cómo piensa, la segunda es la emocional, que es compartir el sentimiento con otra persona y por último la preocupación empática, que no sólo implica en interesarse por el sentimiento sino hacer algo para ayudar y mejorar, esa es la clase de líderes con los que la gente quiere trabajar”, explicó Goleman.
El último elemento son las habilidades sociales, es decir, que se conjunten todos los conceptos anteriores, de tal forma que pueda tener éxito al momento de comunicarse e influir en su equipo de trabajo.
El especialista comentó que la capacidad técnica y el coeficiente intelectual son elementos importantes al momento de estudiar, ya que eso puede ayudar a determinar la profesión de un individuo; sin embargo, para liderar un grupo de trabajo, se requieren habilidades diferentes.
Por ejemplo, yo hablaba con Google y veía que sólo contratan a las personas con mayor coeficiente, los analizas y todos son muy listos, pero la diferencia que los hará destacar es su inteligencia emocional, en esa capacidad de tomar decisiones de forma relajada y asertiva, dejando de lados las emociones negativas que le invadan en ese momento”, señaló Goleman.
Así mismo, el especialista explicó que un líder que logra obtener un grado de madurez en su control cognitivo le da la oportunidad a su cerebro de lidiar con las emociones, lo que significa que se abre la brecha entre el impulso y la reacción, dándole la posibilidad de tomar decisiones más asertivas dentro de sus responsabilidades.
En la presentación de su nuevo libro, llamado Optimal, Daniel Goleman habló sobre las virtudes que se pueden visualizar en los equipos de trabajo que tienen un liderazgo que ha ayudado a desarrollar inteligencia emocional en su día a día.
“Cuando a nivel grupal hay un desarrollo de la inteligencia emocional, los colaboradores pueden ver y valorar el esfuerzo de sus compañeros, hay confianza y se manejan las emociones de forma adecuada ante los conflictos, pues logran reconocer lo que sucede en el entorno y lidian con ello, porque no se desvían de sus objetivos, al mismo tiempo, esto genera una inercia positiva.
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